domingo, 28 de agosto de 2011

Jugando al Blog Topao 7


Este será un post en clave de juego. Carol, una mami genial y autora del blog "Con ojos de madre", me animó a hacerlo. Aunque, como Carol, debo escoger siete artículos de los ocho que he escrito en este blog, no sé qué tal quedará el resultado.

1. La entrada más hermosa: Cuando nací como madre porque expreso cómo comencé a vivir mi experiencia como madre.

2. La entrada más popular: Con los ojos y la mente bien abiertos, el primer artículo del blog en el que mis amigas y amigos me brindaban su apoyo en esta nueva aventura.

3. La entrada más controvertida: Respetemos el derecho a jugar de manera libre, una experiencia curiosa en el parque y que, en cierto punto me indignó, me llevó a escribir este artículo en el que opino sobre la importancia de respetar las formas de jugar de nuestros niños.

4. La entrada más útil: ¿Qué pasa después del parto? No tuve la suerte de que otras mujeres me contaran y, bueno, tampoco pensé en buscar información sobre este tema y creo que me hubiera sentido mejor si hubiera leído un artículo en el que otra mamá expresara algo similar a lo que yo estaba sintiendo.

5. La entrada cuyo éxito te sorprendió: La lactancia materna es mucho más que leche, sabía que la convocatoria de este carnaval de blogs sería buena, pero me alegró mucho recibir tantas visitas gracias a él.

6. La entrada que no recibió la atención que esperabas: Esta es una difícil decisión porque la verdad es que no quisiera "exigir" atención para que lean mis artículos y ya no me quedan muchos artículos por escoger, entonces, esta categoría la dejaré como "desierta" ¿Vale?

7. La entrada de la que estás más orgullosa: Uno de mis momentos favoritos del día, porque cuenta una estrategia que se me ocurrió para poder profundizar un poco en las conversaciones diarias con mi hijo mayor.

Una de las partes más divertidas de este juego es pasarlo a siete blogs. Me encantaría ver cómo lo juegan las siguientes mamis:

1. Isha, de Ishamommy
2. Lulú, de Mamá InPerfecta
3. Faith, de Mi Mundo de Cristal
4. Silvana, de Mamá ecológica
5. Leticia, de Criando creando

lunes, 22 de agosto de 2011

Mamá consciente


Antes que nada debo agradecer a Zarina, del blog "La mamá de Sara" por este lindo premio que recibo con una sonrisa, por qué no decirlo, de orgullo; pero a la vez con humildad. Un reconocimiento que es una invitación más a reflexionar sobre cómo vivo y siento mi maternidad.

Entonces, ¿qué es ser una mamá consciente? Para mí, una mamá consciente es aquella que sabe reconocer y aceptar que ni ella, ni sus hijos son perfectos, ni deberían serlo. Una madre que anhela ser la mejor para sus hijos, pero que no se obsesiona en ello; sino que acepta que la maternidad es una labor que se va aprendiendo en el camino. Que no es fácil, pero tampoco dificilísima y que, sobretodo, cada instante, cada experiencia, cada aprendizaje, vale la pena.

¿Soy una mamá consciente? Desde mi imperfección, trato de serlo. Consciente, también quiere decir presente, atenta a lo que sucede con mis hijos. Atenta a mis emociones y a las de ellos para disfutarlas o controlarlas; a situaciones inesperadas para analizarlas y buscar soluciones; a cada sonrisa, gesto, paso, pregunta, lágrima... de esas pequeñas personitas que nos llenan la vida.

Ser consciente también significa reflexionar sobre cómo llevamos nuestra labor: ¿Qué valores trato de inculcarle a mis hijos? ¿Mi forma de actuar es coherente con estos valores?

Tremenda es la responsabilidad que sentimos las madres sobre cómo guiamos a nuestros hijos y, a veces, este sentimiento nos abruma, sé que a mí sí; pero creo que debemos pensar que somos tan solo una guía y permitir que ellos vayan formando su propio camino; ayudándolos a reconocer lo que sienten, presentándoles opciones y motivándolos a que tomen sus propias decisiones. Estar siempre cerca por si quieren tomar nuestra mano, como cuando la buscaban mientras daban tímidamente sus primeros pasos.

P.D. Le comento a mi esposo del premio y me dice: "No habrán querido decir premio a la mamá que consiente" jajaja. No hay que confundir :)


jueves, 11 de agosto de 2011

Respetemos el derecho a jugar de manera libre

¿Cómo juegan sus hijos? Cada niño o niña tiene una forma única de expresarse en sus juegos, algunos prefieren el juego más activo, a otros les gusta recrear historias, algunos optan por pasarla más tranquilo armando cubos, por ejemplo; y cada uno asume con una actitud distinta los juegos, unos son líderes, otros seguidores, a algunos les gusta proponer ideas o quizás, simplemente observar.

¿Debemos intervenir en sus juegos con otros niños? Creo que la infancia es el momento de dejar que nuestros hijos jueguen en libertad contando con solo una regla básica: el respeto por el otro. Respeto por el espacio del otro, por su voz, por su forma de ver las cosas, por su manera de sentir. A partir de ahí, lo demás fluye. El "juego libre" permite que los niños se pongan de acuerdo en cuáles deben ser las normas, qué se va a permitir y qué no. Es vital por ello, eso sí, impulsar a nuestros hijos a expresar lo que sienten y piensan.

Tengo una amiga que siempre le dice a su hija de cuatro años "Anda resuelve el asunto con tu amiga", cada vez que tiene algún conflicto con otra niña. Recuerdo que la primera vez que lo escuché lo sentí raro; pero ahora lo entiendo mejor. Debemos permitir que nuestros hijos traten de solucionar sus problemas solos, luego intervenir, si es necesario. No hay que subestimarlos.

Así como debemos enseñarles a respetar y llegar a acuerdos con otros, nosotros también debemos respetar su forma de jugar y sus ideas. Quizás nos parezca que algunos niños juegan "tosco", pero mientras no se hagan daño o golpeen y respeten al otro, no debemos por qué inhibir su manera de expresarse. Lo mismo, en cuanto a la actitud que asumen, si son muy tímidos, no hay que presionarlos; motivarlos sí, pero sin que resulte incómodo. Y por sobretodo, debemos respetar si quieren jugar.

Hoy estuve en el parque y una abuela no dejaba jugar a su nieto con el grupo de niños "revoltosos", como ella los etiquetó. El niño era tímido y la verdad me dio mucha pena ver la escena. Según esta abuela y su amiga, mi hijo era el más "revoltoso" del grupo, el "incitador" -líder lo llamaría yo ;)- Los niños se divertían, bajo las propias reglas que ellos habían acordado, no paraban de reírse; pero a la abuela esto le parecía terrible.

Cuando me preguntaron cuál era mi hijo les dije que era "el incitador" al que se referían. Se quedaron mudas, pero después me dijeron que debería enseñarle a jugar "bien". No contesté, en un primer momento, no valía la pena. Pero insistieron con sus comentarios y no me aguanté en decirles que a mí me parecía que debía permitir a su nieto jugar con los otros niños. "No quiero que aprenda a jugar así", me contestó. Así, ¿cómo? ¿Divirtiéndose como los demás? Al menos, debería dejar al niño probar, si no le gustaba, podía optar por jugar con otros niños.

Incluso me llegaron a decir que yo solo paraba con mi "aparatito" (por el iphone) y no me daba cuenta de lo que estaba pasando con mi hijo. Solo me quedó sonreír. Cuando voy al parque con Ignacio, los primero minutos los dedico a jugar con él; luego, lo motivo a buscar niños con los cuales jugar porque la idea es que vaya a socializar. En ese momento, cojo mi celular y leo algunas cosas, pero siempre estoy atenta a lo que sucede e intervengo de ser necesario. Fomento que sea independiente, que sepa que estoy ahí para lo que necesite; pero que no me necesita para divertirse.

Y esta situación me hizo sentirme orgullosa por ser el tipo de mamá que he elegido ser, que aunque no es fácil y muy agotador, vale la pena cada segundo; y feliz porque tengo la oportunidad de compartir los momentos de crecimiento de mi hijo.